Bajo la vivencia del carisma lasallista, se entiende que la persona humana es el eje central de todo el proceso pedagógico. Nuestra finalidad es estar abiertos a la comprensión de nuestros más complejos problemas y, desde valores fundamentales como la fe, la fraternidad, el servicio, la justicia y el compromiso, comprometernos en la construcción y realización del ser humano.
De igual forma, pretendemos inscribir toda nuestra acción pedagógica en el contexto de un trabajo que propicie la adquisición, con sentido crítico; de los procesos que dominantemente están marcando la historia del desarrollo humano, favoreciendo el estudio serio y profundo de los distintos fenómenos que lo condicionan y determinan, buscando comunitaria y creativamente las estrategias y alternativas más adecuadas para asegurar el crecimiento humano integral.
Por último, propiciar un cambio de actitud radical en la forma de realizar el quehacer pedagógico a nivel de todos los agentes involucrados en la comunidad educativa, diseñando políticas y estrategias institucionales que permitan un trabajo escolar que trascienda y se proyecte de manera dinámica en la construcción de un proyecto humano, donde la persona se sienta en proceso de formación permanente y con sentido de participación amplia en el medio que se desarrolla.